
El pájaro salta del nido
sin pensar si sus alas sirven,
cómo se vuela
o si caerá.
Sin pensar.
Solo salta.
Rápido aprende del viento,
del hambre,
de la sed,
de la lluvia y de los fríos.
Mas no dejará de volar
porque sin vuelo
el pájaro pierde la vida.
Seguro que saben de amar…
©Flora Rodríguez